Los juguetes sexuales, máquinas o herramientas a fin de cuentas, posibilitan la excitación y el orgasmo de forma muy diferente, generalmente en poco tiempo y de forma muy potente. La excitación y el orgasmo cuando lo experimentamos de manera manual, en solitario o acompañados, normalmente requiere más tiempo y dedicación, lo cual no es malo, sencillamente es diferente. Al fin y al cabo, la finalidad de todas las máquinas es facilitarnos la vida, trabajar menos.
La utilización de juguetes sexuales, cada vez más integrada, incrementa la vida sexual y el placer por lo que la sexualidad femenina y masculina ha cambiado. Ya no se valora tanto el orgasmo porque es más fácil conseguirlos.
Solos y solas en la intimidad, la juguetería erótica, nos ayudan a explorarnos y conocer mejor nuestro cuerpo y a llegar a placeres insospechados. Sabemos que conocer nuestros gustos y nuestras zonas erógenas es muy importante para que las relaciones sexuales compartidas sean satisfactorias. Son especialmente útiles para las mujeres a las que llegar a la auto masturbación les cuesta bastante, les resulta más aséptico tocarse con un juguete que con sus propios dedos o manos.
Los cambios en la sexualidad en pareja son considerables, ya que además de favorecer la sensibilidad, permiten experimentar más sensaciones de forma conjunta. En definitiva, mejoran la vida sexual, los orgasmos de ambos y favorecen la vivencia de fantasías.
Los juguetes sexuales facilitan mucho los orgasmos. El orgasmo no va a ser lo mejor de un encuentro sexual en pareja, pero es muy aconsejable tenerlo por criterio terapéutico. El orgasmo nos libera del estrés diario, nos facilita el sueño, nos alivia dolores de cabeza y musculares y nos permiten mantener una vida sexual activa, sea cual sea nuestra situación emocional.
Innovar con juguetes sexuales ha cambiado la vida sexual de muchas parejas porque ha evitado caer en la rutina e innovar para que los encuentros sexuales sean más satisfactorios y deseables. Para mantener el deseo sexual se requiere juego, sorpresa y ser creativo/a.
Esta nueva sexualidad se sostiene en las siguientes bases:
La tecnología y el diseño se utilizan continuamente en el desarrollo de los juguetes sexuales y cada se enfocan más hacia la mujer y la pareja.
Los juguetes de silicona se tienen que lavar después de cada uso con agua tibia y un jabón neutro como el de lavarse las manos o el gel de cuerpo. A los juguetes anales además de lavarlos es muy recomendable además pasarles un limpiador antibactericida. Los juguetes anales no pueden ser utilizados en la vagina sin haber sido limpiados y desinfectados antes. Es recomendable que cada miembro de la pareja tengo sus propios juguetes anales, que no los comparta.
Una vez limpios se deben guardar en una bolsa de tela transpirable, nunca en su caja original o en una bolsa de plástico o que no transpire. Mejor guardarlos cada uno es una bolsa independiente que juntos y mezclados.
A los juguetes que funcionan con pilas, si no se usan a menudo, es recomendable quitárselas después de cada uso para que no se sulfaten dentro del juguete y lo estropeen.
Aunque los juguetes recargables traen algo de carga, realiza una carga completa antes de su primer uso. Así mismo, no esperes a cargar tu juguete recargable cuando la batería se ha agotado, hazlo antes para tenerlo siempre a punto.
La incorporación de juguetes sexuales en la vida íntima puede ser una experiencia enriquecedora y transformadora. No solo proporcionan nuevas formas de placer, sino que también pueden fortalecer la conexión emocional y sexual entre las parejas. Al explorar y experimentar juntos, las parejas pueden descubrir nuevas dimensiones de su sexualidad y disfrutar de una vida sexual más plena y satisfactoria.
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